Herzog, Popol Vuh, Health, New Orleans y el gran éxtasis del escultor

¿Popol Vuh o Health? Elijamos el que elijamos, el arranque de la película original o el videoclip del grupo neoyorkino, siempre está Herzog.



Acudo a Werner Herzog después de ver "Teniente Corrupto", relectura que hizo el año pasado del oscuro descenso a los infiernos que filmó Abel Ferrara en 1992. Pasé fin de año en New Orleans y, lo que suele pasarme siempre que una ciudad me atrapa, a la vuelta busco películas, libros o incluso canciones que dibujen la ciudad y que completen mi perspectiva o que simplemente me hagan recordarla. Los primeros episodios de la serie "Treme" han sido una gran elección. Volver a escuchar el disco de Alain Toussaint y Elvis Costello "The river in reverse" también, sin duda. Todo iba bien hasta que vi "Teniente Corrupto". Poco que decir: el cuidado que mantenía Ferrara retratando a Harvey Keitel es sustituido aquí por una constante indiferencia de Werner Herzog hacia su actor, Nicholas Cage. Quizás hasta esa ridícula peluca de Cage sea idea de Herzog para pasárselo mejor aún mientras le filmaba en New Orleans. Una nueva broma desconcertante de Herzog pero de casi dos horas de duración. Sólo un comentario más al respecto: ¿no recuerda, por la manera en que está insertado en el relato, esa iguana en primer plano a la gallina que bailaba al final de "Stroszek" (1977) aquella otra broma que desconcertó a espectadores e incluso a los trabajadores de la película?




He citado "Stroszek" y, buscando referencias de ella, descubro que el tema que bailaba la gallina es el mismo que baila el alma de un delicuente que asesina Nicholas Cage en este "Teniente corrupto" ("Old lost John", del bluesman Sonny Terry). Prefiero evitar meterme en reflexiones extrañas y no unir ideas irrelacionables, acabaría escribiendo muchas más estupideces de las que ya tengo entre manos. Guardo un gran recuerdo de esos seis días en New Orleans como para seguir dando vueltas en torno al detective Nicholas Cage.

Sobre la redención trataba "Teniente corrupto", al menos en la película de Abel Ferrara. Volver a ver "El gran éxtasis del escultor de madera Steiner" (1974) ha tenido en mí un cierto efecto redentor con respecto a la obra de Herzog. En realidad, creo que nunca había dudado. Sólo me tomo "Teniente corrupto" como una broma pesada con New Orleans como decorado. Vean al teniente corrupto de Herzog, y luego el éxtasis del escultor Steiner y asunto solucionado. Y entre medio, si quieren, a la gallina bailando rock 'n' roll en "Stroszek". Y vayan a New Orleans si pueden, igualmente.

La navidad acabó pero la nieve sigue cayendo, no es mala opción escribir de nuevo al inicio de este año con inquietantes imágenes de saltos de esquí, acompañados de gallinas que bailan rock e iguanas que se ríen de Nicholas Cage.

Aurelio Medina